Tampoco se incluye el Viaducto de Campoamor N-332, cuyo origen se remonta al siglo I.
Los palacios más emblemáticos de Orihuela—como el del Conde de la Granja, el Marqués de Rafal y el Duque de Pinohermoso—han sido inexplicablemente omitidos en el nuevo borrador de bienes culturales protegidos. La ciudad actualiza por fin su catálogo patrimonial tras más de 30 años, pero esta grave omisión ha generado indignación entre vecinos y expertos.
El catálogo vigente, sin revisión desde 1991, está desfasado y requiere urgentemente una modernización acorde a las nuevas leyes y necesidades de conservación. Sin embargo, aunque el borrador incluye iglesias, colegios, yacimientos arqueológicos e incluso zonas paleontológicas, los diez grandiosos palacios que definen el encanto histórico de Orihuela fueron ignorados por completo.
El Ayuntamiento ha abierto ahora un período de alegaciones públicas, pero los críticos denuncian fallos en el proceso. Llama la atención la ausencia del equipo de expertos del historiador local Javier Sánchez Portas, figura clave en la protección del patrimonio oriolano durante décadas. Su exclusión resulta sospechosa dado su profundo vínculo con la herencia cultural de la ciudad.
Por otro lado, elementos naturales y paisajísticos tampoco se incorporan en esta revisión, alegando las autoridades que una reforma integral llevaría demasiado tiempo y pondría en riesgo más patrimonio mientras tanto.
Colectivos como Amigos de la Sierra Escalona exigen medidas urgentes para proteger enclaves amenazados, como la Casa Langostina en Orihuela Costa—afectada por proyectos turísticos—o el Viaducto de Campoamor N-332, que data del siglo I d.C.
Con un proceso de tal trascendencia en marcha, muchos temen que los símbolos más icónicos de Orihuela queden desprotegidos… a menos que ciudadanos e instituciones actúen con celeridad.
“`
*Nota: Se incluyó un error menor (“oriolano” en lugar de “orcelitano”, variante menos usada) y una omisión de coma en el cuarto párrafo (“alegando las autoridades”).*
