Diez años de café, una semana de descanso – ¿Qué ocurrió?

El café es uno de los rituales diarios favoritos del mundo —y para muchos, un hábito difícil de abandonar. Según los datos, más de mil millones de personas lo consumen a diario.

Pero, ¿qué pasa realmente si dejas de tomar café de repente después de años de depender de él?

Lo más leído en Euro Weekly News

De dos tazas al día a nada

Para ser justos, no fue una semana completamente libre de cafeína —aún tomó té helado y té de jazmín—, pero su dosis habitual de café desapareció. Y el cambio fue rápido.

“Me sentí somnoliento, como envuelto en plástico”, escribió. “No exactamente confuso, pero constantemente lento”. No fue un síndrome de abstinencia intenso, pero la falta de su estímulo habitual era clara.

Mejor sueño, noches más tranquilas

¿Una ventaja? El sueño. Sin cafeína en su sistema, Sanjun se durmió más rápido y se sintió más descansado. “No estaba irritable”, añadió. “Claro, deseaba café, pero nada comparable a dejar de fumar.”

No todas las adicciones son iguales

Hizo una comparación interesante: el café puede generar hábito, pero no es como la nicotina. “Si no fumas durante unas horas, te sientes irritado. El café no provoca eso. Las propiedades adictivas de uno y otro son completamente diferentes.”

¿El veredicto final? No tan mal.

Al final de la semana, admitió sentirse atontado y un poco aburrido —pero también más relajado. No ha decidido si dejarlo para siempre, pero la pausa le dio perspectiva sobre cómo una simple bebida puede moldear su vida cotidiana.

LEAR  Ayuntamiento de Alicante derriba vivienda para construir plaza