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La vicepresidenta ejecutiva de la Federación Hotelera de Mallorca, María José Aguiló, insiste en que los hoteleros no se sienten molestos por la competencia de los alquileres turísticos, pero han expresado oposición debido al “problema social de la escasez de vivienda”.
“En los últimos 25 años, la población de Mallorca ha aumentado un 50%, mientras que la disponibilidad de viviendas residenciales ha aumentado un 21% – menos de la mitad. Estamos enfrentando una crisis de vivienda sin precedentes debido a años de inacción y falta de políticas efectivas.”
Ella señala que en los últimos diez años, ha habido un crecimiento relativamente pequeño en el alojamiento hotelero en Mallorca. Asciende a un seis por ciento, gran parte de ello ha contribuido a “recuperar el patrimonio, como ha sucedido, por ejemplo, en Palma con hoteles boutique”.
La contención de un aumento en la capacidad hotelera contrasta con el crecimiento en el alojamiento de alquiler turístico – “un 176% más en el mismo periodo”. Aguiló sostiene que “prácticamente toda la isla se ha utilizado para el turismo”. “Lo que antes era una actividad económica limitada a los usos y espacios planeados para ella se ha expandido, truncando la convivencia que había sido pacífica hasta que se promovió la llamada economía colaborativa”.
“No nos molesta la competencia, porque la demanda hotelera seguirá siendo exactamente la misma. El perfil del cliente es diferente, y nuestra oferta protege tanto a los huéspedes como a los empleados. Casi 400 regulaciones se aplican al alojamiento hotelero, protegiendo a los huéspedes en términos de salud, ciberseguridad, etc.”
Ella destaca la necesidad de un mayor control de los alquileres turísticos ilegales. Las sanciones deberían ser “ejemplares y disuasorias, para que la oferta vuelva a ser de uso residencial”.