3 meses después de su liberación, el ex rehén israelí lidia con la culpa de disfrutar de la vida cotidiana.

BOSTON – Tres meses después de ser liberado de la cautividad de Hamas, Omer Shem Tov se paró en el montículo del lanzador en un juego de los Boston Red Sox. Rodeado de seguidores, lanzó el primer lanzamiento, luego levantó los brazos en celebración. Su nombre apareció en la pantalla del estadio.

El momento fue emblemático de la nueva – y para Shem Tov, no buscada y a veces inquietante – celebridad que el joven de 22 años ha encontrado desde su liberación de 505 días de cautiverio en la Franja de Gaza.

Antes de ser tomado como rehén, Shem Tov acababa de terminar el servicio militar, trabajaba en un restaurante, se divertía con amigos y planeaba un viaje al extranjero. Ahora, está en el ojo público mientras viaja por el mundo haciendo campaña por la liberación de los 58 rehenes restantes – de los cuales se cree que un tercio aún están vivos.

Al llegar al Aeropuerto Internacional Logan de Boston, Shem Tov fue recibido por docenas de escolares y sus profesores – vistiendo camisetas “Boston Loves Omer” – cantando canciones israelíes en hebreo y bailando con él.

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