El Senado de la República Democrática del Congo ha despojado al ex presidente Joseph Kabila de su inmunidad, allanando el camino para su enjuiciamiento por su presunto respaldo a los rebeldes en el este. Las autoridades lo acusan de traición y crímenes de guerra, afirmando que hay un “sustancial cuerpo de documentos, testimonios y hechos materiales” que vinculan a Kabila con el grupo armado M23, que ha tomado el control de varias ciudades en el este rico en minerales. Kabila, de 53 años, no ha comentado sobre las acusaciones, pero en el pasado ha negado cualquier conexión con los insurgentes.
Casi 90 senadores votaron a favor de su enjuiciamiento por traición, mientras que cinco se opusieron. “El Senado autoriza el enjuiciamiento y levantamiento de la inmunidad de Joseph Kabila”, declaró el presidente del Senado, Jean-Michel Sama Lukonde, después de la votación del jueves. El ex presidente, que lideró el país entre 2001 y 2019, no compareció ante el Senado para defenderse.
Después de renunciar, le dieron el título de “senador vitalicio”, lo que le otorga inmunidad legal. Para seguir adelante con los cargos en su contra, el fiscal militar de la República Democrática del Congo pidió al Senado que levantara este privilegio. Kabila ha estado viviendo fuera del país, en Sudáfrica, durante los últimos dos años. Pero a principios del mes pasado dijo que regresaría para ayudar a encontrar una solución al conflicto en el este. Unas semanas después, hubo informes de que el ex presidente había regresado y estaba en Goma, una de las ciudades capturadas por el M23. Pero su partido político, el Partido Popular para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD), lo negó.
El mes pasado, las autoridades prohibieron el PPRD por su “actitud ambigua” hacia la ocupación del territorio congoleño por el M23. Ordenando la incautación de los activos de Kabila, el ministro de Justicia, Mutamba, dijo que el ex presidente debería regresar al país y “enfrentar la justicia… y presentar su defensa”. Los analistas dicen que cualquier juicio contra Kabila podría seguir desestabilizando el país, que ha estado luchando contra la rebelión del M23 desde 2012. El partido de Kabila calificó su enjuiciamiento como “puro teatro” destinado a distraer al pueblo congoleño de los principales desafíos que enfrenta el país, informó la agencia de noticias AFP. Kabila, un ex oficial militar, asumió el liderazgo del país en 2001 a la edad de solo 29 años, después de que su padre, Laurent Kabila, fuera asesinado.
Mientras Kabila apoyó la ascensión de Tshisekedi al poder, luego tuvieron diferencias y las relaciones entre sus partidos de coalición terminaron formalmente en diciembre de 2020. Kabila ha mantenido un poder significativo a través de su partido político y su influencia dentro de la coalición gobernante, lo que podría socavar la presidencia de Tshisekedi. Kabila dejó la República Democrática del Congo en 2023, oficialmente para estudiar en Sudáfrica. La lucha entre el M23 y el ejército congoleño y las milicias aliadas ha continuado en el este mientras los rebeldes intentan expandir su territorio. La República Democrática del Congo y Ruanda, que niega las acusaciones de respaldar al M23, podrían estar acercándose a un acuerdo de paz para poner fin a la lucha, que ha obligado a cientos de miles de civiles a abandonar sus hogares en los últimos meses.
Los dos países firmaron un acuerdo preliminar en Washington el mes pasado y dijeron que habían acordado un camino hacia la paz. El año pasado, tres líderes del M23 fueron enjuiciados en ausencia por un tribunal militar y condenados a muerte por traición. En marzo, el gobierno ofreció una recompensa de $5 millones (£4 millones) por ayuda para arrestar a los líderes rebeldes – Corneille Nangaa, Sultani Makenga y Bertrand Bisimwa. Información adicional de Wycliffe Muia en Nairobi.