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Un terremoto de magnitud 2.1 en la escala de Richter fue registrado el jueves en la Bahía de Palma, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN). El terremoto ocurrió a la 1:24 p.m. y el epicentro se registró a una profundidad de 9 kilómetros, lejos de la costa de la capital balear. El terremoto no afectó a la población y no se reportaron daños materiales en la zona, ya que ocurrió a una distancia suficiente para que el temblor no se sintiera, aunque fue registrado por el IGN.
En la primera mitad del siglo XIX, la sociedad mallorquina se vio profundamente sacudida por cuatro terremotos significativos. El primero ocurrió el 14 de octubre de 1827. Golpeó a las 7 a.m. y afectó a los pueblos de Raiguer (Santa Maria, Binissalem) y Pla (Sencelles, Sant Joan, Montuïri y, sobre todo, Sineu).
Algunos edificios resultaron dañados, como la rectoría en Sineu y las partes superiores de algunas iglesias.
Así, en una Mallorca más cercana a las creencias religiosas que a los principios científicos, tan solo ocho años después del temido episodio, los días 15, 16, 17, 20 y 26 de junio de 1835, fuertes temblores sacudieron nuevamente la tierra. El temblor más intenso ocurrió el 15 de junio y se sintió en toda la isla. El miedo llevó a muchas familias a dormir en barcos o en casas de campo. Poco después, el 30 de julio, se registró otra réplica fuerte.
El terremoto más intenso registrado ocurrió a las 2 a.m. del 15 de mayo de 1851. Se sintió en toda Mallorca, especialmente en Palma. Solo los pueblos de la región este de Llevant, como Manacor, Artà, Felanitx, Campos y Pollensa, se libraron.
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