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La cantante Casandra “Cassie” Ventura, una ex novia de Sean “Diddy” Combs y una testigo clave en el juicio federal por tráfico sexual y asociación delictiva del magnate de la música, regresó al estrado en la ciudad de Nueva York el miércoles por la mañana, mientras el juicio de alto perfil entra en su tercer día.
Ventura, quien está embarazada de ocho meses y medio, comenzó su segundo día de testimonio revisando las imágenes de vigilancia del hotel de su agresión por parte de Combs en 2016. Dijo que Combs le lanzó un jarrón.
“No fui golpeada. Recuerdo que golpeó la pared. Me estaba gritando y me lo lanzó”, dijo, añadiendo que al parecer Combs le dijo “que no iba a dejarlo ahí. Que no podía”
Luego, el jurado vio dos fotos de Ventura después de la agresión en el hotel donde se la ve con un labio hinchado. Dijo que también tenía un ojo morado debajo de sus gafas de sol.
A Ventura se le preguntó nuevamente sobre los diversos acompañantes que dice que fue obligada a contratar, con el dinero de Combs, para participar en los “freak-offs” – ha mencionado a más de una docena desde que comenzó su testimonio.
“Era solo mi trabajo, realmente. Se esperaba de mí”, dijo.
En un mensaje de texto de 2016 mostrado en el tribunal, se ve a Combs pidiéndole a Ventura tener un “freak-off” “apropiado” sin el uso de ketamina. Combs afirmó que un “freak-off” exitoso solo era “cuando recordamos”, mientras que Ventura señaló que prefería la ketamina durante los “freak-offs” porque “era muy disociativa”.
Ventura dijo que Combs solía utilizar los videos que tenía de ella participando en los “freak-offs” como arma. Señaló que en su cumpleaños un año, Combs le recordó los videos que tenía en su poder después de que ella se negara a dejar a sus amigos para ir con él a un “freak-off”.
“Es horrible y asqueroso, nadie debería hacerle eso a nadie”, dijo. “Podría arruinar todo por lo que trabajé, hacer que parezca que soy una zorra … No se suponía que estuviera en esos videos. No quería estar en ellos”.
La testigo de 38 años declaró el martes que durante su relación intermitente de una década con Combs, soportó años de abuso físico, control y violencia, y detalló encuentros sexuales con drogas que involucraban a acompañantes masculinos que dijo que eran dirigidos por Combs.
Describió a Combs como teniendo control sobre casi todos los aspectos de su vida y testificó que las discusiones a veces se volvían violentas, diciendo al tribunal que Combs le “machacaba la cabeza, me golpeaba, me arrastraba, me pateaba”.
Ventura presentó una demanda en 2023 contra Combs, acusándolo de abuso físico y sexual. Aunque los dos resolvieron esa demanda por una suma no revelada, provocó una investigación federal que llevó al arresto de Combs en septiembre de 2024.
Combs enfrenta cargos que incluyen conspiración de asociación delictiva, tráfico sexual y transporte para participar en prostitución. Se ha declarado inocente y ha negado todas las acusaciones.
Durante su extenso testimonio el martes, Ventura se emocionó en algunos momentos, haciendo pausas para tomar respiraciones profundas o llorar. Se secaba los ojos con un pañuelo y periódicamente descansaba sus manos en su vientre embarazado.
Ventura relató las sesiones de sexo con drogas que duraban varios días, conocidas como “freak-offs”, que según ella eran dirigidas y “coreografiadas” por Combs.
Ventura testificó que no deseaba participar en los encuentros que involucraban a un acompañante masculino, y que cada vez tomaba drogas, a menudo MDMA o éxtasis, que según ella suministraba Combs, lo que le ayudaba a mantenerse despierta y también le permitía “disociarse”, dijo.
Los “freak-offs”, según Ventura le dijo al jurado, la hacían sentirse “horrible”, “sin valor” y “humillada”. Pero dijo que era joven y estaba enamorada de Combs, y se sintió obligada a participar en ellos porque no quería enojar a Combs.
“Quería hacerlo feliz”, dijo. “No sabía en qué podría convertirse un ‘no'”.
En un momento durante el testimonio, le dijo al tribunal: “Hacer la cara equivocada, y al siguiente momento, me golpeaban en la cara”.
Ventura también recordó cuando conoció a Combs por primera vez en 2005 cuando tenía 19 años, describiéndolo como un “empresario y músico descomunal”. Le dijo al tribunal cómo acabó firmando un contrato de 10 álbumes con el sello discográfico de Combs, Bad Boy Records, pero solo logró lanzar un álbum.
El juicio, que se espera que dure al menos ocho semanas, no está siendo televisado.
Si es condenado, Combs, quien ha estado encarcelado desde su arresto el año pasado, podría pasar el resto de su vida en prisión.
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