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Cuatro botellas de vermú. Crédito: Kenneth C. Zirkel/Creative Commons
Desde el corazón de sa Pobla hasta lo más alto del podio en Londres. Miss Vermut, un licor artesanal mallorquín, acaba de ser coronado como el mejor vermú semidulce del mundo en los prestigiosos World Vermouth Awards.
Celebrado en la capital del Reino Unido, el concurso celebra los mejores vermús de todo el mundo, con el objetivo de “destacar y promover la excelencia del vermú entre los consumidores y profesionales de la industria”.
Esta bebida galardonada es el resultado de una receta tan original como arraigada en la tradición mallorquina. Está hecha a partir de vino Premsal Blanc, una variedad de uva local, infusionada con hierbas de la isla y condimentada con los sabores distintivos del arròs brut, el plato más icónico de sa Pobla.
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A esa base se le añaden ajenjo, cáscara de naranja y limón, y un puñado de otros botánicos, creando un vermú que es rico, suave y absolutamente único.
La personalidad audaz y el toque local de Miss Vermut han llamado la atención de expertos y jueces por igual. Pero en casa, ya se había hecho un nombre.
En 2023, fue nombrado el mejor vermú de las Islas Baleares en los Premis Vinari, uno de los concursos de vinos más respetados de Cataluña. Ese año, una docena de vermús de las islas fueron invitados a participar, y Miss Vermut destacó por encima del resto.
Desde entonces, se ha convertido en la especialidad de la casa en Casa Miss, el bar donde nació. Allí, los habituales no piden un “Miss Vermut”, simplemente piden un guapo. Así es como se distingue a un cliente leal de un visitante experto… o de alguien que aún no conoce la historia detrás de esta querida bebida.
Un Asunto Familiar
Esa historia comienza en 1967, cuando Apolònia y Jaume Mir—abuelos del actual elaborador de vermú—abrieron Casa Miss con sus hijos, Xisco y Magdalena. El bar tomó su nombre de Magdalena, que había sido coronada Miss Mallorca el año anterior.
La apertura ocurrió justo antes de Sant Antoni, la mayor celebración en sa Pobla, y la familia—la mayoría de ellos novatos en el negocio—fueron rápidamente lanzados al ruedo.
Afortunadamente, el joven Xisco había adquirido algunas habilidades de bar en Cas Cotxer y ayudó a sacar las cosas adelante. Con el tiempo, Casa Miss se convirtió en un lugar de encuentro apreciado por los residentes del pueblo.
Décadas más tarde, Jaume Mir—junto con sus amigos Paco García y Miguel Ángel Pérez—decidieron aportar algo nuevo a la mesa.
Unidos por su amor por el vermú y su tierra natal, crearon su propia mezcla como un homenaje a los sabores locales. Lo que comenzó como un proyecto de pasión se convirtió en un éxito aclamado a nivel mundial.
Hoy en día, Miss Vermut no solo se sirve detrás de la barra en Casa Miss. Se erige como un símbolo orgulloso de la próspera escena de vermú artesanal en España. Y en la vitrina del bar, junto a sifones de soda vintage, se lee con orgullo: El millor vermut de les Illes Balears—“El mejor vermú de las Islas Baleares”. Ahora pueden decir con seguridad: uno de los mejores del mundo.
Estos vinos fortificados suelen ser europeos, siendo las marcas más comunes provenientes de Francia, España o Italia—siendo esta última donde, específicamente en la ciudad de Turín, el vermú comenzó a ser reconocido como un producto regional a principios del siglo XIX.
Se consume ampliamente en Italia, Francia, España, Estados Unidos y Argentina, siendo los dos últimos fuertemente influenciados por la cultura italiana debido al gran número de inmigrantes italianos que llegaron a finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX.
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