Nuevas cifras del Colegio de Registradores indican que el precio de la vivienda en las Islas Baleares alcanzó un máximo histórico en 2024 y fue el más alto de España.
Con un precio medio de 3.575 euros por metro cuadrado, las Baleares fueron un 70% más caras que la media nacional. Un apartamento típico de 100 metros cuadrados costaba 357.000 euros, mientras que la media española era de 208.600 euros. Los precios en las regiones menos costosas eran alrededor de un cuarto o menos que en las Baleares – Extremadura 81.700, Castilla-La Mancha 90.800.
Los precios en las Baleares aumentaron un 9,4% en 2024. Esto fue más alto que en cualquier otra parte del país y contribuyó a un aumento del 35% desde la pandemia. En cuanto a las hipotecas, el Colegio informa que los nuevos titulares de hipotecas en 2024 estaban pagando un mínimo de 1.259 euros al mes, más de 500 euros por encima de la media nacional de 738 euros.
El informe del Colegio advierte que los precios seguirán aumentando. El aumento de la población será especialmente significativo en las Baleares y pondrá una presión adicional sobre la demanda de viviendas. Los registradores indican que la inmigración extranjera está teniendo un impacto “más intenso” en el mercado inmobiliario y que los niveles de crecimiento de la población “no se corresponden con el aumento de viviendas de nueva construcción, lo que está generando tensión en el mercado”. El mercado de alquiler, que debería atender la demanda de viviendas, tiene “ineficiencias significativas” y a su vez está añadiendo “tensión” en el mercado inmobiliario en general.
El informe señala una ligera recuperación en términos de ventas de propiedades pero muy por debajo de ciertas otras partes de España. Hubo 11,2 ventas por cada 100.000 habitantes en las Baleares el año pasado. En contraste, y como ejemplo, hubo 25,8 en la provincia de Alicante.
Las Baleares siguen siendo la región con el mayor porcentaje de compras por extranjeros – un 32,6% de todas las ventas. Esto aumenta al 36% para las viviendas con un precio superior a 500.000 euros. Cuatro de cada diez compras extranjeras fueron realizadas por alemanes, y el diez por ciento por británicos.