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Tiene que decirse que es una de las noticias menos sorprendentes para el período de Semana Santa. El jueves, hubo largas colas en el Túnel de Sóller y en las entradas al pueblo, de hasta tres kilómetros de longitud.
Estas colas se produjeron justo el día en que por primera vez estaban en funcionamiento los carteles del ayuntamiento que informaban sobre la disponibilidad de aparcamiento. Los carteles están en la carretera principal desde Palma. A mediodía, los carteles indicaban que no había aparcamiento disponible.
El concejal de la policía de Sóller, Carlos Darder, dijo que las colas eran “típicas”, lo cual en efecto lo son, y se espera que se repitan durante el fin de semana de Pascua. El miércoles el túnel tuvo que ser cerrado por un tiempo debido al volumen de tráfico.
El alcalde, Miquel Nadal, ha dicho que el ayuntamiento y el Gobierno Balear están trabajando para mejorar el flujo de tráfico en Sóller. Pero el problema es que Sóller es un imán para los visitantes. Normalmente esto puede ocurrir en días en los que el clima no es óptimo. El jueves estaba soleado pero había una brisa fría.
Fueron escenas de congestión de tráfico en Sóller la primavera pasada lo que ayudó a impulsar el pacto de sostenibilidad del gobierno para el turismo, siendo el transporte terrestre un aspecto clave de esto.
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