Mallorca y la totalidad de las Islas Baleares se enfrenta a un cierto dilema, puesto que durante el mes álgido del verano, agosto, cerca de 600 personas perdieron su empleo en un momento en que, en teoría, la industria turística debería encontrarse en plena ebullición. Según informes de prensa, en zonas como Puerto Sóller, los restaurantes o bien despedían personal o bien los enviaban de vacaciones debido a una caída significativa de la actividad, algo que, si bien algunas fuentes del sector han puesto en duda, las cifras reflejan con contundencia.
El desempleo registrado en las oficinas de los servicios públicos de empleo aumentó en 582 personas durante agosto en Baleares en comparación con el mes anterior (+2,3%), situándose el total de desempleados en 25.968. No obstante, en términos interanuales, el paro registró un descenso del 7,6% (2.144 personas menos) en el archipiélago, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Esta cifra total de desempleo constituye la más baja para un mes de agosto desde el año 2002. Desde el inicio de la serie histórica comparable en 1996, el desempleo ha aumentado en agosto en la mayoría de las ocasiones en Baleares (24 veces), mientras que ha descendido en cinco, siendo el incremento del mes pasado el más reducido desde 2015. En el último año, el paro ha disminuido en 2.144 personas, lo que supone un retroceso del 7,6%.
Desglosado por sectores, el desempleo disminuyó entre quienes no habían trabajado con anterioridad, 109 menos (-4,77%); y en agricultura, 6 menos (-1,92%); mientras que aumentó en servicios, 566 más (+3,11%); en construcción, 116 más (+3,42%); y en industria, 15 más (+1,28%). A finales de mes, los sectores con mayor volumen de parados fueron Servicios (18.790) y Construcción (3.506), mientras que los que presentaron menores cifras fueron Agricultura (306), Industria (1.190) y Sin empleo anterior (2.176).
En términos de género, de los 25.968 parados registrados en agosto, 14.784 eran mujeres, 632 más (+4,5%), y 11.184 eran hombres, lo que supone un incremento de 614 desempleados respecto al mes anterior (+5,8%). En agosto, el desempleo juvenil (menores de 25 años) aumentó, con 27 parados más que a finales del mes pasado (+1,1%), mientras que el paro en las personas de 25 y más años se incrementó en 1.219 (+5,47%).
En agosto se registraron 26.201 contratos en Baleares, un 12,7% menos que en el mismo mes del año anterior. De estos, 16.186 fueron contratos indefinidos, un 6,9% menos que en agosto del año pasado, y 10.015 fueron contratos temporales (un 20,8% menos). Del total de contratos registrados en agosto, el 38,22% fueron temporales (frente al 31,33% del mes anterior) y el 61,78% fueron indefinidos (frente al 68,67% del mes anterior).
Y, en el conjunto de España, el número de personas registradas como desempleadas aumentó un 0,91% en agosto respecto al mes anterior, es decir, 21.905 personas más, dejando un total de 2,43 millones de personas en paro, según mostraron los datos de la web del Ministerio de Trabajo este martes. El desempleo generalmente disminuye al inicio del verano, cuando la industria turística contrata a gran cantidad de trabajadores temporales, y aumenta cuando el flujo de turistas decrece a finales de la temporada estival.
Sin embargo, durante agosto, la cifra neta de empleos formales creció en 29.836, hasta alcanzar los 21,67 millones, según datos desestacionalidos y corregidos de calendario, tal y como mostró un informe aparte del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Y no ha sido únicamente en Mallorca. El descenso de la facturación reportado por la mayoría de los restaurantes de Menorca a lo largo de la temporada turística ha comenzado a cobrarse sus primeras víctimas. La pérdida de clientela y la caída del gasto medio han enfriado las expectativas empresariales en un sector que muestra signos de saturación. Habrá que esperar a ver qué sucede en el tramo final de la temporada para calibrar la magnitud del problema, pero los propios restauradores reconocen que es lógico que la situación derive en última instancia en una ciiente racionalización de lo que consideran una oferta excesiva para las dimensiones de la isla.