El Ayuntamiento de Pollensa anuncia que se verá obligado a retirar tres embarcaciones abandonadas en la Bahía de Pollensa y asumir el coste, que ronda los 50.000 euros.
Además de la inacción de los propietarios, a quienes el consitorio no logra localizar, se responsabiliza a las “autoridades competentes” por su falta de actuación; es decir, al Govern Balear.
El ayuntamiento subraya que las embarcaciones, no solo las abandonadas, carecen de registro. Este hecho impide su identificación y agrava el problema. Se trata de una “ocupación ilegal que conlleva un riesgo tanto para la navegación como para los bañistas, además de contribuir a la contaminación de la bahía, clasificada como Lugar de Importancia Comunitaria por su valor medioambiental”.
Se solicita una acción coordinada para poner fin a esta situación y se reitera la necesidad de crear un campo de boyas ecológicas regulado, con el objetivo de garantizar la protección del medio marino. “El privilegio de unos pocos no puede recaer como un costo para todos.”
La retirada de las embarcaciones forma parte de la última campaña de limpieza organizada por el consistorio. En ella participan buzos profesionales y una empresa de gestión de residuos para retirar del fondo marino elementos como bloques de hormigón y neumáticos, utilizados para el fondeo ilegal en la bahía.