Con la llegada de la temporada festiva, la comarca de la Axarquía se alista para una celebración histórica: la trigésima edición de la Clásica del Pavo, el popular evento ciclista que se ha convertido en un pilar fundamental del espíritu comunitario local. Programada para el 14 de diciembre del presente año, la salida en pelotón constituirá el último gran recorrido antes de Navidad, atrayendo a más de trescientos ciclistas en lo que muchos describen como la última pedalada colectiva antes de las fiestas.
Con inicio a las 9:45 horas desde la Plaza de las Carmelitas en Vélez-Málaga, el recorrido de 54 kilómetros serpentea por pintorescos pueblos como Benamocarra, Iznate, Cajiz, Valle-Niza, Torre del Mar, Algarrobo y Sayalonga, para culminar con una ascensión triunfal hasta la Plaza Almijara de Cómpeta. Organizado por el Club Ciclista Veleño en colaboración con los ayuntamientos de Vélez-Málaga y Cómpeta, y avalado por la Federación Andaluza de Ciclismo, el evento acoge a participantes desde categorías cadetes hasta máster 60+. Las calles se llenarán de ciclistas y vecinos que, apostados a lo largo del trayecto, animarán a los corredores.
30 años pedaleando juntos en Navidad
No obstante, lo que verdaderamente distingue a este año tan señalado es su evolución: de una prueba competitiva ha pasado a ser una profunda reunión comunitaria. El evento se ha consolidado como una entrañable cita fija del calendario navideño axárquico y un encuentro esencial para todos los residentes y expatriados aficionados al pedal, erigiéndose en un auténtico emblema del período festivo.
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El presidente del Club Ciclista Veleño, Juan Francisco González, subrayó su impacto más amplio: “Supone una oportunidad para el turismo y para los municipios participantes”, demostrando así cómo la Clásica impulsa el orgullo y la economía local.
En esencia, la Clásica del Pavo es un sentido homenaje a la amistad y al reencuentro. Más allá de los puestos en podio o de los pavos como premios, es el lugar donde las antiguas amistades se rencuentran compartiendo ascensos, donde se forjan nuevos vínculos entre risas y donde la familia ciclista se une para celebrar. Durante tres décadas, esta marcha se ha ido tejiendo en el tapiz de la vida axárquica, recordándonos sutilmente que, en un mundo acelerado, algunas tradiciones perduran a través de la simple alegría de pedalear codo con codo.
Las inscripciones permanecen abiertas hasta el día de la prueba (15 € federados, 25 € no federados). A medida que el año llega a su fin, esta trigésima edición se erige como un testimonio rotundo de un espíritu comunitario perdurable.
