Según el Servicio de Cambio Climático de Copérnico (C3S) de la Unión Europea, este año se perfila como el segundo o tercero más cálido del que se tiene registro, superado únicamente, quizá, por las temperaturas récord de 2024. Estos datos, publicados el martes, llegan tras la cumbre climática COP30 del mes pasado, donde los gobiernos no lograron acordar medidas sustanciales nuevas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que refleja una geopolítica tensa mientras Estados Unidos reduce sus esfuerzos y algunos países intentan debilitar las medidas de recorte de CO2.
Además, es probable que este año concluya el primer período trianual en el que la temperatura media global superó los 1,5 grados Celsius respecto a la era preindustrial (1850-1900), cuando comenzó la quema de combustibles fósiles a escala industrial, según un boletín mensual del C3S. “Estos hitos no son abstractos: reflejan el ritmo acelerado del cambio climático”, afirmó Samantha Burgess, responsable estratégica de clima del C3S.
Los fenómenos meteorológicos extremos continuaron afectando diversas regiones del mundo este año. El tifón Kalmaegi causó más de 200 muertes en Filipinas el mes pasado. España sufrió los peores incendios forestales en tres décadas debido a condiciones meteorológicas que, según confirmaron los científicos, se han vuelto más probables por el cambio climático. El año pasado fue el más caluroso registrado en el planeta.
Aunque los patrones climáticos naturales provocan fluctuaciones anuales en las temperaturas, los científicos han documentado una clara tendencia de calentamiento global a lo largo del tiempo y han confirmado que su principal causa son las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los combustibles fósiles. Los últimos diez años han sido los más cálidos desde que existen registros, según declaró la Organización Meteorológica Mundial a principios de este año.
El umbral global de 1,5 °C es el límite de calentamiento que los países se comprometieron a intentar evitar en el Acuerdo de París de 2015 para eludir las peores consecuencias. Técnicamente, el mundo aún no ha superado ese objetivo —que se refiere a un promedio global sostenido durante décadas—. No obstante, la ONU advirtió este año que la meta de 1,5 °C ya no es realista y urgió a los gobiernos a recortar las emisiones de CO2 con mayor celeridad para limitar el exceso. Los registros del C3S se remontan a 1940 y se contrastan con datos de temperatura global desde 1850.