Israel dijo que sacrificó 200 cocodrilos en una granja abandonada en un asentamiento de Cisjordania ocupada, reportando que los reptiles habían recurrido al canibalismo y representaban un “gran riesgo” para los humanos.
Los cocodrilos del Nilo “estaban en un recinto abandonado en malas condiciones, lo cual es maltrato animal, con poco acceso a comida, lo que los llevó a comportamientos caníbales,” dijo COGAT, la entidad del ministerio de defensa israelí que supervisa asuntos civiles en territorios palestinos.
COGAT declaró el lunes que la cerca del lugar se deterioró después de que la granja cerró en 2013, permitiendo que varios cocodrilos escaparan “a comunidades cercanas y reservas naturales.”
Tras la negativa del dueño a reparar la valla y “12 años buscando soluciones,” COGAT dijo que “el peligro debía ser tratado de inmediato con la eliminación humana de los animales.”
En esta foto del 6 de agosto de 2018, cocodrilos descansan en el agua en una granja del Valle del Jordán, Cisjordania.
Dusan Vranic/AP
Un video que circuló en redes este año mostraba a adolescentes tirando piedras a los cocodrilos, lo que llevó a las autoridades a actuar.
La granja, ubicada en el asentamiento israelí de Petzael en el Valle del Jordán, primero fue abierta al turismo en los 90 antes de convertirse en una granja comercial para piel de cocodrilo.
Una ley de 2013 que declaró al cocodrilo del Nilo especie protegida causó su cierre.
“No quiero pensar qué pasaría si un cocodrilo escapa y llega al Río Jordán, provocando un incidente internacional,” dijo el jefe de la comunidad local a The Associated Press en 2018, refiriéndose a la frontera con Jordania a unos 6 kilómetros.
Let the Animals Live, una ONG israelí, dijo que 262 cocodrilos fueron sacrificados y denunció el acto, argumentando que “nunca atacaron a nadie.”
“La Autoridad de Parques autorizó matar a los cocodrilos, como hace con cerdos, perros, chacales y otros animales en Israel. Esto es inmoral y desgarrador,” dijo la ONG en un post.
Gadi Bitan, dueño de la granja por 30 años, dijo a Ynet que no lo avisaron del sacrificio, que ocurrió el domingo.
“Fue una ejecución, simple y llanamente,” dijo Bitan. “Estos animales estaban sanos, bien alimentados y nunca hubo accidentes graves.”
The Associated Press
contribuyó a este informe.