El Govern Balear procederá a la instalación de sensores en 150 playas que medirán la ocupación en tiempo real. Con una inversión de cuatro millones de euros, el despliegue se llevará a cabo durante los próximos tres años.
Desarrollado por la agencia autonómica IB Digital, su director, Miquel Cardona, afirma: “Pretendemos que el territorio nos comunique su estado, que nos provea de datos”. A lo largo del verano se realizaron pruebas piloto en tres playas —Es Trenc en Mallorca, y otras en Ibiza y Menorca—.
Existen tres tipologías de sensores, y en la actualidad se trabaja en diseñar la instalación óptima para cada playa en función de sus características. El sistema monitoriza los puntos de acceso y registra las interacciones entre los dispositivos móviles y la red wifi.
La información procedente de estas fuentes permite una aproximación en tiempo real de la afluencia. Para perfeccionar los datos, se cruzarán con los de una base de datos de telefonía móvil.
No obstante, existe una dificultad en las comunicaciones. “Un sensor recoge datos, pero necesita poder transmitirlos”, señala Cardona. “En entornos urbanos es sencillo, pero en espacios naturales la situación es distinta”. Las playas no urbanas, de carácter rústico, representan un reto particular.
La información estará disponible al público mediante una página web y una aplicación. Tanto residentes como turistas podrán consultar los niveles de ocupación de las playas. Se espera que esto contribuya a regular los flujos de visitantes, incentivando la redistribución hacia arenales menos masificados.