La escritora de viajes y periodista de The Local, Esme Fox, quien reside en la capital catalana desde hace más de una década, comparte sus consejos para los visitantes y las trampas turísticas que se deben evitar.
Visitar Barcelona puede resultar un tanto abrumador: hay tantos sitios de los que has oído hablar, tantos lugares que deseas conocer y edificios asombrosos que quieres contemplar. Es una ciudad emocionante y vibrante, pero también es el tipo de lugar en el que, si no te documentas bien, pueden aprovecharse de tí como turista y acabar teniendo una experiencia deplorable.
A continuación, te presentamos 12 consejos prácticos para que tu viaje a la capital catalana sea aún mejor.
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1) Un billete de metro de 10 viajes o la tarjeta mensual pueden ser más económicos que los pases ilimitados
En Barcelona se comercializan varios pases de transporte ilimitado denominados Hola Barcelona Travel Card, con validez de dos a cinco días y un coste que oscila entre los 16,29 € y los 37,89 €. Estos incluyen también el trayecto al y desde el aeropuerto, cuyo coste adicional en tren es de 5,70 €. No obstante, puede resultar más barato adquirir un billete T-Casual de 10 viajes por 12,55 € y abonar por separado el tren aeroportuario, en función del uso que pienses hacer del transporte público. Aunque lo utilizarás con frecuencia durante tu estancia, conviene recordar que el centro de la ciudad es muy transitable a pie, por lo que te desplazarás caminando gran parte del tiempo. La tarjeta mensual T-Usual, con un precio de 22 €, también es ligeramente más económica que algunas de las tarjetas Hola e incluye igualmente los trayectos al y desde el aeropuerto.
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2) No comas en La Rambla
La Rambla es una de las calles más famosas de Barcelona, pero hoy en día básicamente solo lo es por su nombre. Aunque antaño fue un lugar vibrante repleto de puestos de artistas y performers callejeros, en la actualidad no es más que una trampa para turistas. Durante los últimos años, además, se ha convertido en una obra constante en un intento por mejorarla, lo que la ha vuelto ruidosa y bastante antiestética. Si esto no fuera motivo suficiente para disuadirte de comer allí, has de saber que apenas hay restaurantes auténticos —predomina la comida rápida y los kebabs—, y los que disponen de mesas en la calle tan solo simulan ser tradicionales. Las paellas casi siempre serán precongeladas y, si pides una bebida, te la servirán en un vaso de pint para que acabes pagando de más por una Coca-Cola normal.
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3) Evita alojarte en La Rambla
Y en consonancia con lo anterior, lo más acertado es evitar también reservar un hotel en La Rambla. Como se ha mencionado, puede ser muy ruidosa, no solo por las obras, sino también por la gran afluencia de turistas y los bares y discotecas cercanos. La Rambla es, asimismo, el epicentro de los carteristas en Barcelona, por lo que no es nada recomendable llegar y transitar por la calle con todo el equipaje a cuestas. Por la noche, la Rambla se vuelve un tanto turbia, no es un lugar en el que desees estar después del anochecer.
4) No compres en La Boquería; elige un mercado más auténtico
La Boquería es el mercado cubierto más famoso de Barcelona, con orígenes que se remontan a 1836. Lamentablemente, en los últimos años se ha transformado en un espacio exclusivamente turístico, donde se venden productos como batidos frescos, golosinas multicolores y chocolates con formas divertidas. Además, se ha vuelto tan masificado que comprar en él carece por completo de encanto. Si bien estos artículos pueden estar bien, no son típicamente españoles o catalanes. Si lo que buscas son aceitunas, chorizo, pimentón o azafrán, es preferible que te decantes por otros mercados, como el de Santa Catarina. Ah, y por cierto, La Boquería también está en La Rambla, así que quizá deberías evitar por completo dicha zona.
5) Asegurate de reservar con mucha antelación para la Sagrada Familia y otros edificios de Gaudí
La basílica de la Sagrada Familia es el sitio turístico más visitado de toda España, atrayendo a más de cuatro millones de personas cada año. Esto implica que no puedes presentarte sin más y esperar conseguir una entrada. Suele estar agotada con semanas de antelación, así que, si deseas visitarla, debes planificarlo con tiempo. Lo mismo ocurre con otros edificios y monumentos emblemáticos de Antoni Gaudí, como la Casa Batlló o el Park Güell. Reservar con antelación también te permitirá saltarte las colas.
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6) Evita reservar un hotel en El Raval
El barrio del Raval, situado al oeste de La Rambla, tiene cierta fama de ser uno de los lugares más conflictivos del centro de Barcelona, debido a la presencia de numerosos narcopisos, carteristas y zonas de prostitución. No obstante, se trata de una zona multicultural fascinante, con restaurantes auténticos de diversas partes del mundo, varios museos excelentes —como el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) y el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA)— y una rica historia, por lo que no conviene eludirlo por completo. Simplemente no es recomendable alojarse en él, especialmente si se viaja con niños pequeños o se está solo.
7) Muchos museos son gratuitos el primer domingo de mes
Si coincides con tu visita el primer domingo de mes, sin duda querrás aprovechar los días de entrada gratuita a los museos. Aunque aún tendrás que pagar para acceder a las grandes atracciones, como la Sagrada Familia, el Park Güell y otros edificios de Gaudí, la entrada a muchos de los museos más tradicionales es gratuita. Entre ellos se incluyen el Museu Picasso, el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), el Museu d’Història de Barcelona y el Monestir de Pedralbes. Es importante señalar, no obstante, que en muchos de estos casos seguirá siendo necesario reservar la entrada gratuita con antelación; si simplemente te presentas, es posible que ya estén agotadas.
8) Reserva con antelación en restaurantes específicos
Si hay un bar de tapas o un restaurante especialmente famoso que tengas muchas ganas de visitar durante tu estancia en Barcelona, lo mejor es que reserves mesa con antelación. Salir a comer o cenar es una actividad muy popular en Barcelona, incluso entre los locales, y los establecimientos se llenan con rapidez, especialmente los viernes por la noche y los fines de semana. Muchos sitios aceptan reservas, pero en caso contrario, debes estar preparado para hacer cola, sobre todo en lugares como la barra de cava El Xampanyet.
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9) La forma más económica y rápida de ir y volver del aeropuerto no es el autobús aeroportuario
Muchos visitantes creen erróneamente que la mejor manera de desplazarse entre el aeropuerto y el centro de Barcelona es el Aerobús, debido a su gran promoción y uso generalizado. En realidad, es considerablemente más caro y tarda más en llegar al aeropuerto. Mientras que el Aerobús cuesta 7,45 € y tarda 35 minutos, el tren de Rodalies R2 cuesta 5,70 € y tarda entre 25 y 30 minutos. El Aerobús solo resulta realmente útil si viajas desde Plaça d’Espanya o Plaça Catalunya, o si lo haces de noche.
10) No comas en restaurantes que muestren imágenes de la comida y tengan menús en varios idiomas
Esta regla es aplicable a la mayoría de las ciudades españolas, pero resulta particularmente relevante en Barcelona, donde existen numerosos restaurantes dirigidos exclusivamente a turistas. Si el restaurante tiene a una persona en la entrada intentando atraer clientes, exhibe numerosas imágenes de paellas, pizzas y mariscos en el exterior y ofrece un menú en inglés, francés y alemán, generalmente no es un buen lugar para comer. Es probable que la comida haya sido precocinada o congelada y carezca de autenticidad.
11) Descubrirás lo mejor de la ciudad a pie
El transporte público en Barcelona es excelente, pero algunas de las mejores zonas de la ciudad solo pueden apreciarse si estás dispuesto a caminar. Entre ellas se incluyen El Born, Gràcia, el Barrio Gótico y Poblenou, por citar solo algunas. Estas áreas están repletas de calles peatonales y angostos callejones llenos de monumentos históricos, tiendas independientes, galerías escondidas y mucho más. Si te limitas a utilizar el metro y los taxis para desplazarte, te estarás perdiendo lo mejor de la ciudad y aquello que la hace tan singular.
12) Explora lugares menos conocidos para evitar las aglomeraciones
Barcelona tiene fama de ser una de las ciudades más masificadas por el turismo en Europa, y si bien es cierto que está abarrotada de gente, existen muchas zonas en las que es posible evadirse del bullicio. Incluso hay atracciones excelentes donde no encontrarás grandes multitudes, como la Torre Bellesguard de Gaudí o el Recinte Modernista de Sant Pau, un precioso complejo hospitalario modernista.
