Si paseas por cualquier supermercado español durante las fiestas, sin duda te toparás con el pasillo de los turrones. A los españoles les encanta, y está por todas partes en estas fechas. Pero, ¿qué es exactamente el turrón? ¿Y por qué es tan popular en Navidad?
¿Qué es el turrón?
El turrón es un dulce similar al nougat, elaborado con huevos, azúcar, miel y frutos secos tostados. Tradicionalmente se utilizan almendras, aunque a veces también se emplean otros tipos, como pistachos. Para su elaboración, se calienta la miel hasta que comienza a caramelizarse, para luego añadir el azúcar y las claras de huevo. El siguiente paso es incorporar los frutos secos tostados a la mezcla y amalgamarlo todo antes de dejarlo reposar y solidificar. Puede conservarse hasta un año si se almacena correctamente.
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¿Qué tipos de turrón existen?
Aunque hoy en día hay multitud de turrones con diferentes sabores, en realidad solo existen dos variedades principales. El turrón duro se conoce como turrón de Alicante, y el turrón blando como turrón de Jijona, localidad cercana, ya que originalmente se elaboraban en esos lugares de la región valenciana.
Origen morisco
El origen del turrón se lo debemos a los moros. No solo el Imperio Islámico dejó su huella arquitectónica y lingüística, sino que se cree que el consumo de turrón en España se remonta a principios del siglo XI. Los árabes lo llamaban *turum* y era un postre común cuya receta actual sigue siendo bastante fiel. Los moros llevaron este dulce a Europa, donde se popularizó en Francia, Italia y, sobre todo, en España.
Una receta renacentista
De hecho, la primera receta de turrón aparece en un libro de cocina de principios del siglo XVI, en un “Manual de mujeres” custodiado en la Biblioteca Palatina de Parma; la receta se incluye en una enciclopedia de las tareas que las damas de alta alcurnia debían realizar en el hogar en aquella época.
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La ruta del turrón
A pesar de la fama de Alicante y Jijona, son muchas las regiones españolas donde se elabora turrón. Soria es una provincia con gran tradición, contando con una deliciosa variedad de mantecado soriano. Otra variedad muy famosa es el guirlache, que, sin ser turrón en el sentido más estricto, se asocia a él y es muy típico de Aragón y el sur de Cataluña. También se consume tradicionalmente en época navideña.
No siempre dulce
También existe un turrón salado: un aperitivo delicioso que está desafiando la tradición. La idea fue concebida por un chef con estrella Michelin en… lo has adivinado, Alicante.
Turrón que rompe la banca
Se cree que la tradición festiva del turrón está vinculada a su elevado coste histórico, razón por la cual se reserva para ocasiones especiales. El turrón puede ser caro; se considera que “el turrón más caro del mundo” procede de Jijona y cuesta 250 euros el medio kilo.
G&T (Ginebra & Turrón)
Para los amantes del G&T, ¡existe una ginebra de turrón! Creada en 2017, su nombre hace un guiño al origen árabe del turrón: Turum.
El postre de los reyes
La Familia Real española tiene fama de haber sido siempre golosa y de tener debilidad por el turrón. De hecho, el primer lugar donde se consumió turrón fue en la Corte Real, y ha sido un postre de la realeza desde tiempos de Carlos V.
Turronomía
La economía de la localidad valenciana de Jijona gira en torno a la producción de turrón. Incluso hay un museo del turrón que relata el proceso y la historia de este dulce, ubicado en la fábrica que produce las conocidas marcas “El Lobo” y “1880”.
¿El mejor turrón?
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España, los mejores turrones de España en 2025 son el turrón crujiente de chocolate blanco Flor de Navidad de Aldi y el turrón estilo chocolate de Dubái de Delaviuda, que se venden en varios supermercados.
Lamentablemente, en los últimos años la OCU ha detectado que muchos de los turrones de chocolate del mercado no cumplen los estándares saludables, ya que contienen demasiados aditivos y escaso valor nutricional. Ocho de las diecisiete marcas analizadas por la organización fueron clasificadas como “malas”, aunque eso no significa que no resulten sabrosas.