RÍO DE JANEIRO (AP) — La policía federal de Brasil acusó al expresidente Jair Bolsonaro y a otras 35 personas de participar en un esquema masivo que utilizó la agencia de inteligencia del país para espiar a miembros del poder judicial, legisladores y periodistas. El sello del documento de 1,125 páginas, que agrava los problemas del líder de extrema derecha, fue levantado por el Tribunal Supremo el miércoles.
El informe de la policía señaló que Bolsonaro no solo estaba al tanto del plan, sino que también fue su principal beneficiario. El investigador Daniel Carvalho Brasil Nascimento, quien dirige la pesquisa, identificó a uno de los hijos del expresidente, el concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, como un miembro clave del complot. La investigación se centra en una supuesta "estructura paralela" dentro de la agencia de inteligencia brasileña.
"(Bolsonaro y Carlos) fueron responsables de definir las líneas estratégicas de la organización criminal y de elegir los objetivos de las acciones clandestinas (contra opositores, instituciones, el sistema electoral) para obtener ganancias políticas", declaró la policía federal. "Son el centro de decisiones y los principales receptores de ventajas ilícitas".
Bolsonaro, quien gobernó entre 2019 y 2022 y ya está inhabilitado por el tribunal electoral para postularse en las elecciones del próximo año, enfrenta un juicio por presuntamente intentar un golpe de Estado para mantenerse en el poder tras su derrota en 2022 frente al presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Él niega cualquier irregularidad y alega persecución política.
Uno de los cargos en su contra en el caso del golpe es precisamente liderar una organización criminal, lo que impide que la policía federal lo acuse nuevamente por los hechos revelados el miércoles, ya que ambas investigaciones están vinculadas.
"Si se le acusara otra vez por lo mismo, chocaría con la prohibición bis in idem, un principio legal que evita doble castigo por un mismo acto", explicó João Pedro Padua, profesor de derecho de la Universidad Federal Fluminense.
Las pruebas presentadas el miércoles podrían usarse en la investigación del golpe. Celso Vilardi, abogado de Bolsonaro, dijo a AP que aún no ha analizado el informe ni las acusaciones contra su cliente.
La policía también acusó a Luiz Fernando Corrêa, jefe de la agencia de inteligencia bajo Lula, de interferir indebidamente en investigaciones. Funcionarios de la agencia pidieron su renuncia el martes, pero no respondió a solicitudes de comentario.
El Tribunal Supremo entregará la investigación al fiscal general Paulo Gonet, quien decidirá si el caso llegará a juicio.
El año pasado, cinco personas fueron arrestadas por presuntamente malversar la agencia de inteligencia. Documentos judiciales revelaron que varias figuras públicas, como los ex presidentes de la Cámara Arthur Lira y Rodrigo Maia, magistrados del Supremo y periodistas políticos, fueron espiados ilegalmente.
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Savarese informó desde São Paulo.